viernes, abril 06, 2012

Fernando de Herrera - Rojo Sol



Rojo sol que con hacha luminosa

coloras el purpúreo alto cielo,

¿hallaste tal belleza en todo el suelo,

que iguale a mi serena luz dichosa?



Aura suave, blanda y amorosa

que nos halagas con tu fresco vuelo;

cuando el oro descubre y rico velo

mi luz, ¿trenza tocaste más hermosa?



Luna, honor de la noche, ilustre coro

de los errantes astros y fijados

¿consideraste tales dos estrellas?



Sol puro, aura, luna, llamas de oro

¿oísteis mis dolores nunca usados?

¿visteis luz más ingrata a mis querellas?

.

martes, marzo 06, 2012

Baltasar del Alcázar - Tres Cosas



Tres cosas me tienen preso

de amores el corazón,

la bella Inés, el jamón

y berenjenas con queso.



Esta Inés (amantes) es

quien tuvo en mí tal poder,

que me hizo aborrecer

todo lo que no era Inés.



Trájome un año sin seso,

hasta que en una ocasión

me dio a merendar jamón

y berenjenas con queso.



Fue de Inés la primer palma,

pero ya júzgase mal

entre todos ellos cuál

tiene más parte en mi alma.



En gusto, medida y peso

no le hallo distinción,

ya quiero Inés, ya jamón,

ya berenjenas con queso.



Alega Inés su beldad,

el jamón que es de Aracena,

el queso y berenjena

la española antigüedad.



Y está tan en fil el peso

que juzgado sin pasión

todo es uno, Inés, jamón,

y berenjenas con queso.



A lo menos este trato

de estos mis nuevos amores,

hará que Inés sus favores,

me los venda más barato.



Pues tendrá por contrapeso

si no hiciere razón,

una lonja de jamón

y berenjenas con queso.

.

lunes, febrero 06, 2012

Juan del Encina - Las Cosas Que Deseamos



Las cosas que deseamos

tarde o nunca las habemos,

y las que menos queremos

más presto las alcanzamos.



Porque fortuna desvía

aquello que nos aplace,

mas lo que pesar nos hace

ella mesma nos lo guía:

así por lo que penamos

alcanzar no lo podemos,

y lo que menos queremos

muy más presto lo alcanzamos.

.

viernes, junio 10, 2011

Gustavo Adolfo Becquer - Sobre la Falda



Sobre la falda tenía

el libro abierto;

en mi mejilla tocaban

sus rizos negros.

No veíamos las letras

ninguno creo;

mas guardábamos ambos

hondo silencio.

¿Cuánto duró? Ni aun entonces

pude saberlo.

Sólo sé que no se oía

más que el aliento,

que apresurado escapaba

del labio seco.

Sólo sé que nos volvimos

los dos a un tiempo,

y nuestros ojos se hallaron

y sonó un beso.
 
.

martes, marzo 29, 2011

Concepción Arenal y el Pedante


EL SOBRIO Y EL GLOTÓN



Había en un lugarón

Dos hombres de mucha edad,

Uno de gran sobriedad

Y el otro gran comilón.



La mejor salud del mundo

Gozaba siempre el primero.

Estando de Enero a Enero

Débil y enteco el segundo.



«¿Por qué el tragón dijo un día

Comiendo yo mucho más

Tú mucho más gordo estás?

No lo comprendo a fe mía.»



«Es le replicó el frugal

Y muy presente lo ten,

Porque yo digiero bien,

Porque tú digieres mal.»



Haga de esto aplicación

El pedante presumido

Si porque mucho ha leído

Cree tener instrucción,



Y siempre que a juzgar fuere

La regla para sí tome:

No nutre lo que se come

Sino lo que se digiere.
 
.

martes, octubre 12, 2010

Lope de Vega a la Noche


Noche fabricadora de embelecos,

loca, imaginativa, quimerista,

que muestras al que en ti su bien conquista,

los montes llanos y los mares secos;


habitadora de celebros huecos,

mecánica, filósofa, alquimista,

encubridora vil, lince sin vista,

espantadiza de tus mismos ecos;


la sombra, el miedo, el mal se te atribuya,

solícita, poeta, enferma, fría,

manos del bravo y pies del fugitivo.


Que vele o duerma, media vida es tuya;

si velo, te lo pago con el día,

y si duermo, no siento lo que vivo.
 
.

jueves, marzo 18, 2010

Miguel Hernández, Jaén y los Olivos

ACEITUNEROS



Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?


 
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.


 
Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.


 
Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.


 
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?


Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.


No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.



Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.



¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!



Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?



Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.



Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.



despedidas soltero gran canaria naves industriales barcelona